LAS EDADES DE LULÚ. Almudena Grandes.

Permanecer en “el país de nunca jamás”, no crecer para satisfacer los deseos sensuales y sexuales del objeto de tu amor y tus propias inclinaciones. Ser siempre una niña que franquea los límites en el contrato tácito de satisfacer, mientras el otro construye el puente que acomoda cuerpo y mente, en la tranquilidad de la normalidad liberada de responsabilidades y de la conciencia.
Pero muy a pesar se crece, y sales a la realidad, y para los ojos de los otros no eres una cría, y se exige el pago de tus actos. Materializar las fantasías puede destruirte…

… o tal vez… devolverte… al “el país de nunca jamás”.

Allí se esta calentito pero también se exige un pago.

“ELLA”