jueves, 27 de agosto de 2009

EL RUMOR DEL OLEAJE. Yukio Mishima.



Una extraordinaria historia de amor en un pueblo pesquero japonés tras la II Guerra Mundial.
Las imágenes son tremendamente evocadoras, no solo visuales, también olfativas y auditivas (se puede oír claramente el repiqueteo de los geta (calzado japonés tradicional)).
Habla de una pasión sin estridencias, con obstáculos si, pero sin enrevesados dramas, dentro un ritmo sereno muy marcado por la naturaleza y especialmente por el mar otro protagonista más de la novela.
Un estilo de vida alejado de la modernidad que reivindica la sencillez, la vida al ritmo del tiempo natural, que en ocasiones es tremendamente rudo (la naturaleza no es cómoda).

Para el recuerdo las escenas amorosas de ambos protagonistas que destilan candor, emoción cálida y carnal sin sombras opacas.

Las mariscadoras, sus risas, sus cuerpos dorados por el sol y endurecidos
por la fuerza de la mar… su amistad femenina delicada, chispeante.

Los hombres en un barco sobre el mar, madera flotando sobre humedad, en igualdad
con las olas, al mismo tiempo que la vida se sigue trenzando abordo, al golpe impetuoso del mar.

Corrientes marinas de contacto humano, sin necesidad de mediar la piel, que van construyendo las historias entre los seres humanos en la honestidad de carácter de cada uno.



“ELLA”.

2 comentarios:

  1. Hola Ella.

    Este librito junto con el de Marianela de Galdos,son las dos novelas cortas que más me han gustado,que buenos recuerdos me traen estas lecturas,gracias.

    Atentamente y cariñosamenta,René.

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  2. Hola René,
    me alegra mucho poder traerte buenos recuerdos, yo he leído varios libros de Galdos, siempre me ha gustado mucho. Sin embargo "Marianela" no la he leído todavía, mis recuerdos son de la película que en 1972 rodó Angelino Fons, recuerdo los colores terrosos, los paisajes abruptos y rocosos, el rostro de Nela tocado por la ceguera y el corazón tocado por el amor , la bondad… y la fatalidad.

    Espero seguir atrayéndote buenos momentos,

    Cordial y afectuosamente, ELLA.

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